Cuando miré a sus ojos
comprendí que no era yo
quién iba a morir primero.
No fue sencillo
dejarle nuestras cosas al tiempo
Repartirnos el miedo.
Cierta fe en el descubrimiento
de un azar favorable,
como un acto de amor o indulgencia,
me permití,
la desconexión del respirador.
-Lic. Daniel O. Requelme
www.danielrequelme.com.ar
danielrequelme.blogspot.com
Córdoba – Republica Argentina
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