Son muchas, son miles, millones, billones. En un grupo de miles hay una sola mamá que vive como una verdadera reina para seguir engendrando, y resurgen otras mamás y así en el tiempo y sucesivamente. ¡Son tan organizadas, tan perfectas, tan feministas, tan femeninas! Están en todos lados. Se comunican y trasladan por el mundo entero. Conforman una institución universal. Saben de pasadizos secretos, de subterráneos inimaginables, conocen de construcción, de alimentación, proveeduría, y por supuesto al dedillo, de ecología ambiental, pues distinguen perfectamente la basura de la que no lo es.
También son expertas en la defensa, el ataque y al tanto del cuidado de las otras. En un orden exacto cada componente de su grupo, tiene su misión a cumplir.
Queda claro que con excelencia nos han superado y rodeado con su sabiduría científica ya que conocen tanto la materia Química.
Dan envidia y admiración. ¿Cómo sería parecernos a ellas? ¿Constituiríamos un nuevo planeta muy bien establecido, feminista y femenina a ultranza como ellas, con pocas madres y cantidad exuberante de hijos? Deberíamos implementar un sistema de educación casi rígido.
Por supuesto con una pléyade de mujeres más activas, mucho más, y prolíficas extremadamente.
Sería oportuno para ello estudiar el sistema con dedicación para llevarlo a la práctica. Podría dar resultado.
Yo no me prendo en el intento.
En este momento las cazadoras, (¿las nombré?), se comunican con las del nivel de abajo y están dejando sin una hoja a mi hermoso tilo, llevándoselas una por una.
También son expertas en la defensa, el ataque y al tanto del cuidado de las otras. En un orden exacto cada componente de su grupo, tiene su misión a cumplir.
Queda claro que con excelencia nos han superado y rodeado con su sabiduría científica ya que conocen tanto la materia Química.
Dan envidia y admiración. ¿Cómo sería parecernos a ellas? ¿Constituiríamos un nuevo planeta muy bien establecido, feminista y femenina a ultranza como ellas, con pocas madres y cantidad exuberante de hijos? Deberíamos implementar un sistema de educación casi rígido.
Por supuesto con una pléyade de mujeres más activas, mucho más, y prolíficas extremadamente.
Sería oportuno para ello estudiar el sistema con dedicación para llevarlo a la práctica. Podría dar resultado.
Yo no me prendo en el intento.
En este momento las cazadoras, (¿las nombré?), se comunican con las del nivel de abajo y están dejando sin una hoja a mi hermoso tilo, llevándoselas una por una.
5 comentarios:
Es otro mundo Sonia, podrán con nosotros algún día??
Tenemos mucho que aprender de esas mamas...
Me ha gustado tu texto y hasta me has hecho sonreir...gracias
Un beso
mj
El texto me ga gustado y me ha llenado de ternura, Me gustò el ¿las nombre? Alementarse de literartura y también del amor y de las pequeñas delicias que ofece el mundo!!!! Un abrazo. Merci
Hola, Sonia querida:
Formidable tu texto sobre "ellas", que son muchas... Un paralelo maravilloso.
Retribuyo tus gentiles visitas, y espero que un día de estos compartamos unos mates... un café, algo.
Abrazote
Ana Silvia Mazía
www.diariodeunadiariera.blogspot.com
Bonito el punto de comparación, tu forma de decirlo Sonia amiga, siempre estamos a tiempo de aprender para tratar al menos, de ser mejores.
Hola Sonia, te dejo la dirección de correo para que puedas preguntar si se ha fallado ya y quién es el ganador.
Por correo electrónico a las siguientes direcciones: biblioteca@ayto-grado.es o acvalentinandres@yahoo.es
Lamento no poder serte de más ayuda.
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