“ La mejor herencia que se le puede dar a un niño para que pueda hacer su propio camino, es permitir que camine por sí mismo”.
“En la medida en que el sufrimiento de los niños esté
permitido, no existe verdadero amor en el mundo”.
“En la medida en que el sufrimiento de los niños esté
permitido, no existe verdadero amor en el mundo”.
Isadora Duncan
Veo el mar. Puede ser que hoy me visite - ¿Ya estás aquí, Dora?...Hay otro sillón como el mío de forma que estés cómoda. Pienso mucho en vos en estos días. Nuestras pláticas nos ennoblecen. Despiertan lo que aún pretende estar aún dormido. Estos encuentros nos retrotraen a la infancia, a nuestra vida toda ¡No! No hace falta que insistas en que adopté Isadora en lugar de Dora o Ángela. ¿Acaso no lo aprobás todavía? Quiero creer que sí, a pesar que tu gesto infiere lo contrario.
En su entresueño Isadora retiene un pálido beso con dulzura y continúa ¿quiénes somos ¿no somos Isadora, Ángela, Dora? Dora responde, tu signo es mi signo, tu destino el mío, envuelta en un velo difuso confundido en el cielo profundo y la arena mansa.
Isadora, se acomoda en su poltrona, arrebujada en su chalina bordada, en un halo de magia, seductora tan igual a ella, tan revolucionaria y tan cansada.
Ella, la diosa, se ensueña….Mozart…Schuman…Schubert…transportada al mundo de la infancia de aquella soledad en movimientos fluidos emanando en libertad sus emociones intrínsecas de niña en la búsqueda y agrega displicente, estoy cansada, mas no vencida. Esa busca de la libertad que alcanzamos, es el soplo del aire puro que nos llega a las dos desde la majestuosidad de este mar infinito.
Veo el mar. Puede ser que hoy me visite - ¿Ya estás aquí, Dora?...Hay otro sillón como el mío de forma que estés cómoda. Pienso mucho en vos en estos días. Nuestras pláticas nos ennoblecen. Despiertan lo que aún pretende estar aún dormido. Estos encuentros nos retrotraen a la infancia, a nuestra vida toda ¡No! No hace falta que insistas en que adopté Isadora en lugar de Dora o Ángela. ¿Acaso no lo aprobás todavía? Quiero creer que sí, a pesar que tu gesto infiere lo contrario.
En su entresueño Isadora retiene un pálido beso con dulzura y continúa ¿quiénes somos ¿no somos Isadora, Ángela, Dora? Dora responde, tu signo es mi signo, tu destino el mío, envuelta en un velo difuso confundido en el cielo profundo y la arena mansa.
Isadora, se acomoda en su poltrona, arrebujada en su chalina bordada, en un halo de magia, seductora tan igual a ella, tan revolucionaria y tan cansada.
Ella, la diosa, se ensueña….Mozart…Schuman…Schubert…transportada al mundo de la infancia de aquella soledad en movimientos fluidos emanando en libertad sus emociones intrínsecas de niña en la búsqueda y agrega displicente, estoy cansada, mas no vencida. Esa busca de la libertad que alcanzamos, es el soplo del aire puro que nos llega a las dos desde la majestuosidad de este mar infinito.
En el ensueño recita una, “mi pobre cerebro ha enloquecido más de lo que nadie puede saber”.
¿No es mío eso? felina exclama Isadora dejando que la brisa marina acaricie sus cabellos y con los brazos al cielo, juntas irrumpen en las olas que vienen del abismo.
¿Acaso el romper con los cánones, en el descubrimiento del dolor y la muerte en oposición a la danza de los héroes, duendes y brujas no fue nuestro destino? Su voz resuena alta en el espacio, ¡hemos sido libres! ¡libres de toda libertad!
Los héroes, duendes y brujas en boca de Isadora, provocan letargo de túnicas vaporosas, cuerpos apenas cubiertos, pies, piernas desnudos en voluptuosidades alucinadas.
Corre, corre, corramos, vuela hermana, amiga, gemela, mi sombra. Corramos. Somos las núbiles Isadorables, ¿las recuerdas? Rememoremos esta vida única, irrepetible. Corre. Vuela, volemos ¿oyes a Schubert? Mamá toca el piano con Isabel y vos y yo, únicas, inseparables, hermosas bacantes, explayemos nuestras almas inmortales. Dejemos que la primavera sea el motor de nuestros movimientos. Sintamos el placer.
En un abrazo, las Isadoras, Dora, Ángela, abandonan sus cuerpos con encanto inmortal y confirman al unísono " danza es sentir, sentir es sufrir, sufrir es amar. ¿Amas, sufres, sientes? ¡Entonces danzas! "
En un abrazo, las Isadoras, Dora, Ángela, abandonan sus cuerpos con encanto inmortal y confirman al unísono " danza es sentir, sentir es sufrir, sufrir es amar. ¿Amas, sufres, sientes? ¡Entonces danzas! "
Declina la tarde. Isadora queda con la mirada a lo lejos. Dora, Ángela, Isadora se han ido.
Permanecen las imágenes, las voces de Dreide y Patrick desde el profundo Sena musitan en susurro, mami… fuiste la más grande…
Isadora con levedad de diosa responde, ¿ella o yo?
LA CHALINA DE ISADORA
Cuello inquieto
envuelto en seda
quédate no te muevas.
¿No ves que la anilla pretende lastimarte?
¿No ves que el aura cruel
aprieta más y más?
Cuello tierno
has sido lastimado
junto a la dueña del espacio
con alas en los pies.
“Adieu mes amis. Je vais à la gloire”
LA NIÑA DE LOS CABELLOS DE LINO
Flotan al viento
leves hebras,
emergen sutiles
enmarcan su cara bella.
Los ojos redondos muy negros
muy negros...
...y el viento trae aroma de lino.
¿?
Mientras el aire
envuelva mi doliente cuerpo
y el temor se ensañe
hasta la sima
seguiré buscando
en lo profundo, ahí
donde pretendo cobijarme
para desentrañar el misterio, los misterios,
el interrogante de la vida misma.
El saber por qué se sufre, por qué
se llora
y vivir....
CHISPORROTEO
LA NIÑA DE LOS CABELLOS DE LINO
Flotan al viento
leves hebras,
emergen sutiles
enmarcan su cara bella.
Los ojos redondos muy negros
muy negros...
...y el viento trae aroma de lino.
¿?
Mientras el aire
envuelva mi doliente cuerpo
y el temor se ensañe
hasta la sima
seguiré buscando
en lo profundo, ahí
donde pretendo cobijarme
para desentrañar el misterio, los misterios,
el interrogante de la vida misma.
El saber por qué se sufre, por qué
se llora
y vivir....
CHISPORROTEO
El fuego chisporrotea
su calor tibio invade
arde cual Dante en el infierno.
Fuego, el otro, el de adentro
aguarda vanas ilusiones,
obnubila los sentidos,
las penas decrecen.
Fuego al fin
ardor ardiente
colores mil,
destino asaz.
¡Ah Isadora! diva inmortal. Mujer de otras galaxias. Ezquisitez, esbeltez en cuerpo de privilegios inimitables.
Hacedora del movimiento en libertad absoluta.
Pionera de la vida libre.
¡Cómo superar tu ejemplo!
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