sábado, 13 de junio de 2009

¡ UF! ¡TANTO CANSANCIO !


Tenía tanto cansancio y era tan joven!
La escuela primaria había sido un fastidio. Levantarse temprano todos los días, las maestras, los deberes, los recreos que le quedaban cortos. Más tarde el secundario, con mamá y papá con sus recomendaciones de madrugar para no llegar tarde, los profesores que no le gustó ni uno.
Descubrió que el Comercial y los números no eran lo suyo y menos el trabajo de oficina que consiguió, así como su jefe.
Estaba harta.
Tuvo una o dos conversaciones con sus padres que la alentaban siempre y para ella eran presiones soslayadas.
Conoció a Diego y creyó, creyó que la relación la salvaría de la rutina que la agobiaba desde el Jardín de Infantes.
Y se casó. Con Diego. Y siguió con su descontento, su fastidio, hasta que nació su bebé. Su bebé del que le molestaba su llanto, los cambios de pañales, las noches sin dormir.
¡Tenía tanto cansancio!!
La noche que descubrió sentada en la cocina, mirando la mamadera que preparaba para Damián, hermoso príncipito de labios gordezuelos, descubrió que había pasado su primera juventud con quejas interminables.
Se sentó y lloró, lloró deseando volver al Jardín de Infantes. Y no pudo.

1 comentario:

Maria Rosa dijo...

Vivir el momento, la vida, que se escapa y no vuelve, que buena reflexión para esos jóvenes que viven siempre quejándose y no disfrutan de lo que les toca en suerte.
Muy buen relato , como todo lo tuyo.
Un abrazo
María Rosa