Deslumbraba tu cabello despeinado, semirizado, los rulos al viento. Los ojos centelleaban abarcando el espacio. Bracitos cortos, tus manitas regordetas aleteaban, palomas voraces y tu cuerpo se deslizaba en el piso mugroso, húmedo del amanecer. Volabas, no caminabas.
El frío me atenaceaba, a vos, ni el viento ni el frío te herían.
A mí, sí.
Rrecogías del suelo,¿eran perlas o pedruscos? que no lograba distinguir..
Aclaró.
Tus ropas semiandrajos, las piernas desnudas y los pies descalzos.
Al grito de tu madre (¿lo sería?), volviste la cabeza.
Cada tanto te veo, pequeña niña, mi condesa descalza.
2 comentarios:
Líndisimo Sonia, me suena a poema conversado. a esos que se dicen cuándo hay que pintar con sonido agradable y suave lo que duele. Encontrar esa belleza tan particular en dónde duele. Curiosa es la forma de todo ser humano de ver poema en dónde hay dolor. Creo que es una forma de mitigar lo que nos haría decir otra cosa impulsados por el dolor. Me gustó mucho. La imagen acompaña muy bien. Un abrazo hermana. Merci
Tu "Condesa descalza" me enternece el alma, hace pareja con éste escrito mío de hace 36 años, nada cambió todo sigue igual.
Pequeño gorrión
Estas ahí, con ojos tristes, tu cara sucia, pegada al vidrio, mirando como el sol se te escapa para jugar con otros chicos, que sonríen, juegan.
Chicos de tu misma edad, chicos de papá y mamá, chicos con casa y comida.
Y estas ahí, sin comprender por que el sol no quiere jugar con vos, que no tenés nada¡Solo ¡Hambre ...¡Angustia...Soledad!...
¡ Y ganas de romper todo con
tus puños! Tenés: cinco, siete, diez años y estas cansado, gastado, que me llamas tía, porque es una palabra cortita, como tu vuelo de pichoncito que se fue del nido, y que mamá gorriona o papá gorrión te dejaron volar para buscar tu pan, y no les importó saber que todavía no podías desplazarte en el aire, y acomodar tus alitas para volar.
Mi pequeño gorrión, ¡Caíste contra la tierra dura que te recibió!Te levantaste y volviste a caer…y te duele mirar el sol que no quiere jugar con vos porque los deditos se te escapan de las zapatillas…
¿Y que te doy yo?, una caricia, un beso, un abrazo, y me respondes con lo mas lindo que podes darme, una sonrisa de tus ojos tristes, un beso de tu cara sucia, que me deja la cara mojada y me duele en el alma tu beso, porque no puedo darte el sol que buscas todas las mañanas que desaparece en cuanto abrís tus ojos, extiendes tus manos y lo quieres tocar .
Mi pequeño gorrión, yo comparto tu pena estoy con vos…
Quiero enseñarte a volar.
26- 12-72
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