Enfrentando al viento con su pelo,
los labios pálidos, marmóreos,
en un rictus rudo.
No sé si su ropa era negra,
verde o gris.
Sólo sé que fantasmal
transitaba la tenebrosa inmensidad.
Se alejaba, iba lejos
y de repente volvía,
me acometía, me espantaba
continuamente.
Duró un lapso, no sé cuánto,
quizás sólo un minuto.
Sé que esa noche no dormí.
2 comentarios:
Cuántas cosas pueden caber en un minuto. Sensaciones de todos los sentidos en el límite de lo esperado y de lo extraño. Realidades como rocas que en el aire se vuelven de espuma. Saber que esa noche no se durmió es perfecto. Buenísimo el poema Sonia! Un cariño enorme, Merci
Cuántas cosas pueden caber en un minuto. Sensaciones de todos los sentidos en el límite de lo esperado y de lo extraño. Realidades como rocas que en el aire se vuelven de espuma. Saber que esa noche no se durmió es perfecto. Buenísimo el poema Sonia! Un cariño enorme, Merci
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